domingo, 28 de febrero de 2016

Entrevista a Elisa Reyes Vargas


Entrevistamos a Elisa Reyes Vargas, maestra y coordinadora de Infantil en el Colegio Amor de Dios (Granada). 

Elisa es una maestra que apuesta por el cambio, una maestra de corazón, nos deja un testimonio lleno de experiencias, pensamientos e inquietudes, un testimonio para leer y releer...





¿Si tuvieras que elegir un momento de tu vida profesional, con cuál te quedarías? Tengo dos momentos que creo que jamás olvidaré y que han marcado tanto mi vida como mi carrera. El primero fue hace dos años cuando realicé un voluntariado en una escuela infantil en Nairobi, Kenya






Cuando llegué vi a niños que morían de sed y con enfermedades, en un colegio sin a penas materiales o espacios, pero con un nivel curricular y competencial que me dejó sin palabras, ya que los alumnos de 3 a 5 años dominaban dos idiomas a nivel oral y escrito a la perfección, no solo sumaban o restaban si no que sabían las tablas de multiplicar y multiplicaban, resolvían problemas lógicos que a mi me costaba entender y a la misma vez eran capaces de construir una catapulta con ramas y palos, hacer plastilina con una masa extraña o pintura de colores con especias. 


Esos niños y niñas han sido las personitas más felices que he conocido, con un gusto por aprender reflejado en sus habilidades y logros. La raíz de estos resultados era simple y conmovedora al mismo tiempo. En Nairobi al terminar la etapa infantil el gobierno realiza un examen para todos los alumnos, una especie de selectividad que divide a los niños y niñas, según sus    resultados, en colegios catalogados de tipo ”A”, “B”, o    “C”.  

Tan duro como que si tu nota era tan alta como para ir a un colegio tipo “A” tenías más posibilidades  de seguir vivo, pues el gobierno se hacía cargo   de ti y tendrías comida, agua y atención medica. El medio para conseguir esto pasaba por las manos  de las educadoras mas talentosas que he conocido, centradas en enseñar de una manera o de otra según las inclinaciones naturales de cada alumno, sin medios, no sin recursos. Fue la primera vez que vi a Gardner y a sus inteligencias latiendo fuertemente en la sabana. Despertó en mi una manera de ver las cosas que aún me acompaña.


El segundo momento lo viví el año pasado en mi colegio, lo que comenzó siendo un proyecto de un robot terminó siendo algo increíble que fue cogiendo forma a medida que el proyecto avanzaba. Construimos un robot pero tras mucho esfuerzo y trabajo no resultó lo que nuestros niños esperaban, ya que ellos querían un robot con ” vida” , al final hicimos que ese robot cobrara esa vida y cumplimos el sueño de una de nuestras alumnas de llevarse el robot a casa, aún recuerdo cuando decidimos hacerlo y salir a la calle en un barrio de exclusión social, con un robot andando de la mano de una niña de tres años que vivía en la peor zona de la barriada. No sabíamos qué iba a pasar, y lo que pasó nos sorprendió a mis compañeras y a mi , más que a los propios vecinos ver un robot por la calle. Hubo mucha emoción, mucho cariño y muchísimo agradecimiento por ambas partes. Ese día decidí no dejar nunca de soñar.

 ¿Qué es para ti la innovación educativa? Me hace gracia cuando veo que mucha gente asimila inmediatamente este término a pizarras digitales o tablets y no quiero decir con esto que no crea necesarios estos materiales, pero para mi, saber utilizar y emplear competentemente las tics no necesariamente esta vinculado con la innovación. Yo creo que una verdadera innovación educativa son todas aquellas acciones que ayudan a crear herramientas ÚTILES para desenvolverse en la vida a nivel personal y profesional.  La innovación educativa tiene que estar por encima de corrientes y materiales del momento, pero no obviarlos, debemos utilizarlos y comprender que en educación también existen tendencias como en el mundo de la moda y así deben ser tratados y utilizados. El problema viene cuando de una moda hacemos una religión y nos estancamos en ella. Seguramente en nuestro armario estén o hayan estado vaqueros acampanados, rectos, piratas, de pitillo.. dependiendo de la moda, se trata de un cambio de patrón pero de la misma prenda tejida con el mismo material. Algo así es lo que quiero decir que debe hacer la escuela y la esencia de la innovación; saber cambiar patrones siendo fieles a un mismo tejido, es una actitud que tienen que tomar los centros y los educadores.

 ¿Utilizas metodologías innovadoras en el aula? ¿Cuáles? Trabajo en dos líneas que me parecen fundamentales hoy en día, persiguiendo precisamente el fin de formar personas competentes en lo personal y en lo profesional. Mi epicentro es la teoría de las inteligencias múltiples, todos tenemos talentos y somos inteligentes a distintos niveles, me parece vital que la escuela sepa ver y reconocer esto, sepa darle la misma validez un niño con unas habilidades sociales increíbles o un talento para la música frente a otros con unas habilidades buenísimas en lengua o matemáticas. Todas las inteligencias tienen que tener cabida y reconocimiento y a la misma vez hay que trabajar en la línea de saber propiciarle a los alumnos herramientas para sacar su máximo potencial de ellas ,al igual que desarrollar otras inteligencias que el sistema educativo tiene mas descuidadas como pueden ser la inteligencia naturalista o intrapersonal.  Teniendo esta teoría como epicentro, es donde me apoyo muchísimo para explicar, para enseñar a pensar, para trabajar en equipo, o elaborar mapas o esquemas desde que los niños entran en Infantil, con pictogramas o palabras, según el nivel. Esto es la base de la capacidad para saber ordenar, procesar y sintetizar la información y precisamente en esta era de excesos de información, la clave la tendrán los que sepan realizar estos procesos con éxito.

¿Qué te ha llevado a apostar por el cambio educativo? Una vez leí algo que no he podido olvidar: “Los problemas del mundo actual los hemos creado nosotros, pero los tendrán que resolver las nuevas generaciones. Es imposible que lo consigan si lo que les enseñamos es a proceder como nosotros lo hacíamos al crear dichos problemas”.
                                                              Tiao Rocha - antropólogo y docente.
Resume la necesidad de un cambio. 
¿Qué mejorarías de nuestro sistema educativo? Cambiaría el proceso de selección de los docentes. También, que no sea obligatorio, un reciclaje continuo es algo impensable en otras profesiones. Por último, el cambio constante de leyes y el sistema de evaluación.
Elige una palabra para tu centro: ¿favorecedor o limitador? Favorecedor. Mi centro pertenece a la congregación Hermanas del Amor de Dios que tiene colegios repartidos por toda España y en diversos lugares del mundo. Estos colegios apuestan por la innovación, el reciclaje continuo y una autoevaluación permanente. Precisamente esta actitud les llevó a implantar una metodología basada en las inteligencias múltiples  hace ya 6 años, cuando en esta línea eran pocos los colegios que se movían y con el referente del éxito ya obtenido en colegios como el de Monserrat del Pozo. A nivel personal me pareció algo muy motivador y valiente por su parte, tanto que puso patas arriba la forma que teníamos de trabajar en nuestro centro e hizo que trabajar como maestra además de ser un placer fuera la gran aventura de mi vida.

¿Has participado en algún proyecto que quieras destacar? He escrito un libro “Inteligencias múltiples en educación infantil” que actualmente va por su tercera edición y que quedó finalista en los premios Circulo Rojo en la categoría de docencia. Pero de lo que más orgullosa estoy es de haber creado a “Los Cokitos” un método de lecto escritura basado en las inteligencias múltiples.




¿Qué características debe tener un líder educativo? Siguiendo con el símil de la moda, creo que un líder educativo tiene que ser un coolhunter (captador de tendencias), saber qué se lleva o se vive en la calle, en la sociedad , en el momento, debe ser un camaleón para saber adaptarse, no tiene que tener miedo de decir lo que piensa, tiene que arriesgar, tener empatía para localizar las necesidades de los alumnos, las que vive la sociedad y  ser un maestro transmitiendo estrategias a los demás docentes, “saber enseñar como enseñar” y por supuesto no creo en ningún líder educativo que no este a pie de aula.


 Si tuvieras que crear un “club educativo” ¿a quién invitarías?
A todos aquellos anónimos que hacen cosas extraordinarias desde sus aulas.






Elisa Reyes Vargas




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