Entrevistamos a Víctor Arufe Giráldez, Profesor Doctor del Departamento de Didácticas
Específicas en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Coruña.
Es un profesor conectado en diferentes entornos educativos en red, con unas ideas muy potentes que son claves para mejorar nuestra labor docente y mejorar las relaciones con nuestros alumnos y compañeros. La innovación educativa y la motivación por el cambio educativo está llegando a todas las etapas de nuestra educación.
¿Si tuvieras que elegir un momento
de tu vida profesional, con cuál te quedarías? Quizá
con todos, cada momento suma para el próximo momento. Todos ellos son
importantes, todos construyen el sendero por el que quiero caminar. Si bien es
cierto que hubo momentos mejores y otros no tan buenos, pero soy el tipo de
persona que piensa que si tiene que pasar algo negativo es porque algo bueno
llegará, por eso los errores y los malos momentos hay que percibirlos siempre
como algo positivo.
¿Qué es para ti la innovación
educativa? Para
mí la innovación es caminar por un sendero por el que nunca pasó nadie o pasó
poca gente. La innovación educativa puede hacer referencia a algo puntual o
algo periódico, puede llevarse a cabo en distintos niveles desde el contexto
nacional o en el otro extremo el contexto local, en el aula, y puede afectar a
diferentes elementos, algunos pueden ser del propio curriculum, por ejemplo
innovar en contenidos, metodología, etc. y otros elementos podría ser la
personalidad del docente, la energía que emana.... También es importante decir que
la innovación es algo subjetivo, lo que para uno puede resultar ser innovador
para otro no lo es. La experiencia de un docente, sus vivencias, su formación y
sus aspiraciones y expectativas influyen mucho a la hora de definir cuando algo
es innovador o no.
¿Utilizas metodologías innovadoras
en el aula? La verdad es que combino diferentes metodologías, no sé si son
innovadoras o no. ¿Cuáles? Quizá no sé
ponerle un nombre a esta mezcla de métodos de enseñanza, pero sí que soy capaz
de transmitiros mi objetivo con el uso de estas metodologías, es una
metodología donde el alumno es el principal protagonista, donde sólo se busca
su crecimiento personal, como futuro profesional que estará inmerso en una
sociedad y como persona con sus sentimientos, valores, emociones..., y por
supuesto también busco su crecimiento de conocimientos.
El
docente se convierte en un importante orientador de ese proceso, interviene
cuando hace falta, encauza y orienta hacia el aprendizaje, favorece el
intercambio de opiniones y genera debates en el aula, muestra lo positivo y
negativo de las cosas, potencia el pensamiento crítico del alumnado, sin darle
recetas, son ellos quienes deben ser capaces de manejar la información,
sintetizarla y adquirir un significado, en definitiva los dota de autonomía
para que asuman responsabilidades. Es una metodología que realza el valor de la
empatía, de situar al docente en la silla del alumno, de poder ver sus
intereses, sus motivaciones y preocupaciones, sólo entendiendo su mundo podemos
llegar al epicentro de su aprendizaje. También es una metodología que trabaja
con emociones, que despierta el interés por las cosas y el aprendizaje de forma
divertida y con ilusión, intentando aumentar los tiempos de atención de los
alumnos, disminuyendo las distracciones y los tiempos de aburrimiento en clase,
creando un clima que favorezca la motivación en el aula.
Siempre
me pongo como objetivo que mis alumnos tengan ganas de entrar en el aula y
empezar la clase y cuando llegue la hora de acabar que no tengan ganas de
levantarse de la silla, y si además de esto, en las horas posteriores a la
clase le viene a la mente cosas que se comentaron en el aula, entonces...¡ya
puedo retirarme!. Es un objetivo muy ambicioso, lo sé, y muy difícil, pero creo
que debe ser uno de los fines del buen docente. A menudo pienso que la
educación es una gran empresa, donde los docentes son los empresarios y los
alumnos los consumidores y clientes, por eso el trato al cliente debe ser
exquisito y de calidad dado que correremos el riesgo de que no le guste nuestro
producto y abandono el entorno escolar o pase de curso sin aprendizaje exitoso.
¿Qué te ha llevado a apostar por
el cambio educativo? Más que un cambio, considero
mejor hablar de innovación o renovación educativa, quizá el cambio se defina
como el conjunto de ideas generales que deben plasmarse desde la
administración, una declaración de intenciones, los docentes podemos más actuar
en cuanto a innovación y renovación educativa. El cambio desde la
administración lo veo muy complicado, estamos en una etapa muy hermética y con
constantes cambios de rumbo del barco educación, que no permiten evaluar y
asentarse cada uno de los elementos del sistema, permaneciendo la educación muy
ligada a la política, por eso, ante esta adversidad confío en los pequeños
cambios, en las diminutas iniciativas que realizan algunos docentes en el aula,
en diferentes niveles educativos y cómo poco a poco los alumnos van
incorporando en la memoria a largo plazo a esos pequeños pero grandes docentes.
Elige una palabra, tu centro:
¿favorecedor o limitador? Yo creo que mi centro tiene ingredientes de ambas opciones, pero pienso que lo importante es mirar las
posibilidades de acción que tienes y no ofuscarse en las limitaciones.
¿Qué mejorarías de nuestro sistema
educativo? En
alguna ocasión he pensado en esta pregunta, si me concediesen la
responsabilidad y posibilidad de mejorar el sistema educativo ¿qué mejoraría?.
La verdad es que hay muchas cosas que mejorar, primero haría una
reestructuración de los centros educativos y otorgaría una mayor partida
presupuestaria y calidad a la educación pública frente a la concertada y
privada, dotaría a los centros educativos públicos de mejores instalaciones,
disminuiría el ratio docente-alumno, aumentaría el número de docentes y mejoraría
sus contratos, dotaría al personal docente de más autoridad y seguridad,
aumentaría los contenidos específicos de los planes de estudio de algunas
especialidades docentes, tal es el caso de la Educación Física, incorporaría
nuevas especialidades como docentes expertos en psicomotricidad infantil,
nutrición, etc., aumentaría las horas de trabajo de psicomotricidad y/o
Educación Física a 5 diarias en todos los niveles educativos, inclusive en la
universidad, aumentaría los profesores de apoyo, construiría escuelas
inclusivas y accesibles de tal manera que cualquier niño con cualquier tipo de
discapacidad estuviese plenamente incluido en el centro más cercano a su
domicilio salvo que sus progenitores deseasen un centro especializado más
lejano y dependiendo del grado de minusvalía, realizaría evaluaciones docentes
con el fin de evitar malas praxis de algunos docentes, haría un curriculum más
flexible y adaptado a los tiempos actuales y por supuesto dejaría unos años de
funcionamiento para evaluarlo, evitaría el exceso de horas que pasan los
alumnos en el aula utilizando una enseñanza más activa y dinámica donde el
alumno sea el principal protagonista, fomentaría programas de formación
continua en el profesorado hacia contenidos de innovación, metodologías docentes,
etc.
Si estuviera en tu mano cambiar
algo en la educación actual, ¿qué cambiarías? Creo que cambiaría
las aulas e instalaciones de muchos centros es una lástima ver las condiciones
que tienen algunos docentes en sus centros educativos. Aunque pensándolo bien
cambiaría a quienes se hayan estancado en la administración pública y
obstaculizan el crecimiento de otros.
¿Has participado en algún proyecto
que quieras destacar? Participo
anualmente en muchos proyectos formativos principalmente, en concreto organizo
cada año 2 congresos internacionales de formación de profesorado y un congreso
nacional sobre ejercicio físico, salud y nutrición. También edito una revista
científica sobre educación física.
¿Qué características debe tener un
líder educativo? Un líder debe saber
coordinar un equipo de trabajo, dotando de responsabilidades a cada uno de
ellos, extendiendo la mano cuando observe que uno no alcanza los resultados
deseados y felicitando a aquellos que logran crear vínculo con el líder,
enseñar a cambiar la mirada de los errores, no como errores en sí sino como
oportunidades, mejorando su confianza e invitando a tomar decisiones, y
fomentando el trabajo en equipo y cohesión de grupo. El líder también debe
saber observar todas las conductas, reflexionar sobre ellas, actuar y evaluar.
Debe tener una gran capacidad de empatía y saber motivar al equipo.
Si tuvieras que crear un “club educativo” ¿a quién invitarías? Invitaría a todas
aquellas personas con mente abierta, flexibles, con ganas de emprender,
innovar, respetuosas con el trabajo de los demás, constructivas, positivas,
formadas, entusiastas de la formación, proactivas y amantes de su profesión.
Víctor Arufe Giráldez
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