jueves, 4 de febrero de 2016

El bote de la calma.


Por fin ha llegado a nuestra aula de PT el bote de la calma. Últimamente todo el mundo habla de él como una novedad pero no es así. El frasco de la calma como también se puede llamar, fue nombrado una herramienta muy efectiva ante el estrés hace años por Maria Montessori, primera mujer doctorada en medicina en Italia, explicó que el frasco permite a los pequeños organizar y centralizar su sistema nervioso central en un estímulo concreto.



Cuando el niño está estresado, su ritmo cardíaco y su respiración se aceleran y su mente se bloquea. Al concentrarse en la lenta caída de la purpurina y sus formas, se genera una orden inconsciente que manda la señal al cerebro para que disminuya la agitación. Poco a poco se crea una relación entre este patrón visual y la calma.

PASOS A SEGUIR

1. Pon agua caliente hasta algo menos de la mitad del frasco.

2. Añade el pegamento líquido hasta que veas que comienza a tener un aspecto más denso. Dependerá del tamaño que tenga tu frasco. Cuánto más pegamento eches, más despacio se moverán las purpurinas después.

3. Añade las dos cucharadas de glicerina. Y mezcla bien. El pegamento y la glicerina se usan para que existan fluidos de diferentes densidades, y que la purpurina descienda de diferente forma y velocidades.

4. Añade poco a poco el colorante hasta que coja el color que os guste. Mezcla de nuevo.

5. Añade la purpurina en la cantidad que desees. Puedes echar purpurinas de varios colores para que tenga un efecto aún más bonito. Mezcla, mezcla.

6. Añade más agua caliente hasta que rellenes el frasco, dejando un dedo de aire para que el contenido se mueva cuando sea agitado. Y ...mezcla.

7. Cuando el contenido esté listo, pega la tapa utilizando una pistola de cola caliente para evitar que se pueda abrir. OPCIONAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario