sábado, 14 de febrero de 2015

LA NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL



Conseguir una vida plena, fluir tanto en la vida personal como en la laborar depende de uno mismo.  Una persona es feliz cuando pone todas sus capacidades, atención y sentidos en lo que está haciendo.


Las personas pueden disfrutar en su trabajo cuando se sienten motivadas para ello, son capaces de fluir gracias a la felicidad que sienten e incluso el tiempo se pasa más rápido cuando pones todos tus sentidos en lo que estás haciendo.

Por ejemplo, un profesor que disfruta llevando a cabo la labor que está realizando con sus alumnos, un profesor innovador, motivado no solo para enseñar, también para aprender, es capaz de fluir en su trabajo y transmitir esa felicidad a sus alumnos incluso a sus compañeros. Seguramente el tiempo se le pase mucho más rápido que a otra persona que no fluye en su trabajo, no es positivo, siempre se está quejando de las cosas y no es capaz de controlar sus emociones, en muchas ocasiones se deja llevar por la ira, el enfado y el pesimismo.

Ver las cosas desde un lado positivo, motivado, te falicita mucho la labor que realizas y no solo en el ámbito laboral sino también en el ámbito familiar. Buscar espacios para pensar, reflexionar sobre cada una de las cosas que estás haciendo ayuda a ser más felices.
 
Es muy importante en la vida escolar de los alumnos, trabajar las emociones con ellos, ayudarles a expresarse y buscar espacios donde los alumnos puedan compartir esas emociones con los demás, cuando conseguimos esto, estamos logrando formar personas felices, positivas y con otro punto de vista hacia los demás mucho más positivo.

Todos debemos aprender a fluir en nuestra vida, controlando nuestras propias emociones y transmitiendo esa felicidad a los demás. Muchos espacios laborales si trabajaran las emociones todos sus trabajadores, cambiaría el pensamiento, la filosofía y por supuesto los resultados.


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