Esta técnica es especialmente útil para las áreas de conocimiento cuyos contenidos son susceptibles de ser «fragmentados» en diferentes partes (por ejemplo: literatura, historia, ciencias experimentales...). En síntesis, esta técnica consiste en los siguientes pasos:
Dividimos a la clase en grupos heterogéneos de 4 o 5 miembros cada uno. El material objeto de estudio se fracciona en tantas partes como miembros tiene el equipo, de manera que cada uno de sus miembros recibe un fragmento de la información del tema que, en su conjunto, están estudiando todos los equipos, y no recibe la que se ha puesto a disposición de sus compañeros para preparar su propio «subtema».
Cada miembro del equipo prepara su parte a partir de la información que le facilita el profesor o la que la ha podido buscar. Después, con los integrantes de los otros equipos que han estudiado el mismo subtema, forma un «grupo de expertos», donde intercambian la información, ahondan en los conceptos claves, construyen esquemas y mapas conceptuales, clarifican las dudas planteadas, etc.; podríamos decir que Alegan a ser expertos de su sección.
A continuación, cada uno de ellos retorna a su equipo de origen y se responsabiliza de explicar al grupo la parte que él ha preparado. Así pues, todos los alumnos se necesitan unos a otros y se ven «obligados» a cooperar, porque cada uno de ellos dispone solo de una pieza del rompecabezas y sus compañeros de equipo tienen las otras, imprescindibles para culminar con éxito la tarea propuesta: el dominio global de un tema
objeto de estudio previamente fragmentado. (Geronés y Surroca, 1997, p. 49)
Maestros Innovadores Alumnos Competentes
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