Trabajar en equipo no es sencillo. Si solo nos limitamos a decir a unos cuantos alumnos que hagan algo en equipo, sin más, es muy difícil que logren hacerlo. Para que puedan conseguirlo, una de las primeras cosas que debemos hacer es ayudarlos a organizarse como equipo. Una manera de hacerlo es ayudarlos a reflexionar sobre todo aquello que ha de darse para que un equipo funcione y ponerlo de relieve. Por ejemplo:
– Que por lo menos una persona del equipo sepa qua hay que hacer.
– Que todo el mundo disponga del material necesario.
– Que no se pierda el tiempo hablando de otras cosas.
– Que no charlen todos a la vez y que no se hable en voz demasiado alta.
– Que nadie imponga su opinión a los otros.
– Que si hay alguien que se desanima, haya otro que lo anime.
Organizar el equipo quiere decir asegurarse de que todas estas condiciones se den, que se desempeñen todos estos papeles, etc. Por este motivo cada equipo debe determinar y repartirse los roles o cargos que se han de ejercer dentro de un equipo cooperativo para que funcione, y concretar al máximo, cuanto más operativamente mejor, en qué consiste cada uno de estos roles.
No basta con que establezcamos que uno actúe como responsable o coordinador del equipo, otro como secretario y otro como responsable del material. Además, es preciso determinar que han de hacer —que tareas concretas han de llevar a cabo— el coordinador, el secretario y el encargado del material...
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